La Roseraie Biebler, Jungholtz

El personal fue muy amable y servicial,/pero a veces podría estar más presente,en fin, sí. Las habitaciones son lindas pero como de casita de muñecas,raro... cama cómoda eso sí, aire acondicionado también. Noches tranquilas de verdad, nada de ruido ni peleas. ¿La comida en el restaurante? – fantástica honestamente,te lo digo,tienes que probar la cena – cosas realmente buenas! El estacionamiento es genial - sin lío para encontrar lugar. Cerca de la iglesia Thierenbach,que está genial si te gusta caminar,camino corto a la naturaleza incluso desde dentro del pequeño pueblo. No es elegante pero acogedor,romántico incluso;la habitación tiene onda,especial para quienes aman ese rollo rústico oldschool - tiene su encanto ahí. ¿Y el jardín? Dulce, tiene algo... muy buen punto de partida para, ya sabes, caminatas (aunque no a todos les guste).
Comidas y estadías todo envuelto en buen deal,vale más la pena cuando quieres relajo fácil con un toque cultural alrededor,no complicaciones en serio!